Bill se encierra en el baño, para escapar de la realidad otra vez...
Mosaicos negros con contrastes de otros blancos adornaban las paredes de aquel baño, deslizando la espalda por la puerta hasta llegar al borde del suelo, deja su cuerpo caer atraído por la gravedad. Sus ojos miran fijamente a lo que tiene en su mano, en la otra aprieta algo con fuerza, sonríe.
Golpes…puede sentirlos del otro lado de la puerta, ya no escucha, aunque todavía siente… quiere dejar de sentir, otra noche, otro segundo mas.
Temeroso pero ansioso, toma entre sus dedos la jeringa, y desliza, enredando la liga a su brazo, marcando sus venas.
-“¡Sal de ahí Bill!”—
¿Por que sigues ahí? Se preguntaba el pelinegro, con lágrimas en sus ojos, secando poco a poco su alma. Siempre le ha temido a las jeringas, pero seria su única evasión posible, no quería morir, pero tampoco quería vivir, estar en el limbo.
Libre…libre.
Sucesivas imágenes pasaron por la mente del pelinegro, haciendo en su rostro una mueca de indescriptible dolor, otra vez sus ojos lloraron inevitablemente. La aguja ya estaba dentro de el, pasando a sus venas para que la música empezara a sonar, una lluvia de melodías… unas gotas de olvido.
Libre…
Distorsionándose todas las figuras, todos los objetos alrededor se hacían humo, al igual que el dolor… ahora se hacia una grandiosa comedia… sonríe.
Se levanta entre las líneas que forman figuras sin descripción.
A la nada volver… nada vuelve por mi… nada envuélveme… para siempre.
De las líneas garabateadas alrededor de el, se formo la figura de su hermano abrazándolo.
Pero su esencia lo rodeaba y formaba miles de colores alucinantes. El arco iris parecía ser la luz de sus ojos. Pronto la melodía es cortante, cada nota es una navaja para cada parte del cuerpo… pero el pelinegro sigue soñando.
Nada… ven por mí.
La figura parecida a Tom, empieza a tocar a Bill –“Perdóname hermano”—Le dice el que supuestamente es Tom, Bill empieza a ver todo color negro, mirándose solo a si mismo con algo de luz, luego solo escucha sonidos que no puede reconocer y de su boca sonidos incoherentes, sin formar alguna palabra, solo sonidos.
-“¡Bill! ¡¿¿Que has hecho??! ¡Respóndeme!”—Le gritaba Tom al pelinegro que estaba recargado en una de las paredes del baño, bill solo hacia ruidos que salían de la herida de su rostro.
-“Que… ¿que es esto?.. ¡¿Te estas drogando bill?!”—Tom agitaba sin ningún efecto a Bill que parecía que solo su cuerpo estaba presente, y lo demás de el, estaba perdido en algún otro lugar, al que Tom no podía llegar.
-“Maldición, ¿por que lo has hecho?”—Bill de pronto cayó al suelo, cerrando sus ojos y con la respiración agitada
-“¡¡BILL!!—Cargando a Bill, Tom grito a sus amigos para que llamaran a algún lugar…pero pensó, ¡¿que seria de todos los que se enteraran?! Eran figuras publicas y no podían darse el lujo, -“¡Llamen a alguien! ¡Que venga aquí un doctor!”—Coloco a su hermano gemelo en su cama, toco su frente… estaba ardiendo en fiebre, corriendo mojo un pañuelo, poniéndolo en su frente.
Unos momentos después, llego el doctor a aquella habitación, reviso a Bill, dijo que estaría bien, era un efecto secundario de la droga que se había suministrado. Tom pago lo necesario al doctor mientras que sus otros dos amigos, vigilaban que Bill estuviera estable.
Tom se acerco hasta aquella cama, enojado de que su hermano hiciera ¡una tontería como esa! No tanto por lo de su reputación y todas esas tonterías, sino por el mismo… se estaba haciendo daño, puso una silla junto a la cama, y se sentó a observar a su hermano, sumergido en algún sueño sicodélico.
El pelinegro empezó a moverse, al menos un poco, de sus parpados cerrados empezó a brotar un poco de agua –“¿Puedes…mirarme ahora?”—Menciono el pelinegro mientras seguía con sus ojos cerrados, luego… se mantuvo quieto.
-“Por que razón… hizo esto Tom?”— Pregunto Georg mirando preocupado a los gemelos, en los meses anteriores, ellos habían estado algo separados, y ya no se hablaban como antes.
A quien iba dirigida la pregunta, solo se quedaba con la mirada fija en su hermano menor, después mirando hacia otro lado.
-“no nos vas a contrastar Tom? Tenemos que saberlo, tal vez sea cosa de ustedes... pero a nosotros también nos importan, ¡y mucho! Por favor….habla”—Le pidió Gustav parándose de donde estaba sentando, hasta estar de lado de Tom.
-“Realmente lo ignoro”—Dijo Tom parándose de la silla, tomando el trapo para mojarlo, fue al lavabo del baño en donde el pelinegro se había encerrado.
-“Antes de que esto pasara…escuche que los dos gritaban”—Dijo Georg después de un largo suspiro y cruzando sus brazos, mirando hacia donde se había dirigido Tom
-“Eso fue por algo que no tuvo importancia… no se porque hizo esto, en serio”—Acabo diciendo Tom, que estaba ocupado exprimiendo el trapo, volviéndose a su lugar, colocando el pedazo de tela donde antes estaba.
-“Si tu no quieres decirnos…tal vez bill lo haga”—Dijo Georg mirando otra vez a Bill
Y ahí se quedaron los tres…hasta la mañana siguiente, en la que despertaron… y el pelinegro ya no se encontraba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario