El sonido de una guitarra acústica era la música de fondo… un chico… alto, de cabello negro con algunos rayos de color rubio… muy pálido, casi blancos…con sus ojos delineados de negro, estaba parado en la cima de el edificio mas grande de toda la ciudad.
Con sus pantalones de mezclilla…entallados a sus piernas delgadas…con su playera negra, con un cráneo rojo estampado… alrededor…su cinturón, en el pantalón, con una gran hebilla color plateado.
Varios collares adornaban su cuello, anillos en sus dedos…sus uñas de color negro y blanco en sus puntas…su cabello un poco esponjado, no mucho…sus labios entre abiertos…sus ojos tan rojos.
Estando al borde de aquel edificio… abajo estaban los bomberos, unos policías con altavoces, sus padres… sus amigos, otro montón de personas que le eran desconocidos… pero tal vez ellos ya lo conocían mucho antes… pero no tanto como creían… a lado del chico… estaba otra persona, sentada.
-“¡MUCHACHO! NO LO HAGAS, TIENES MUCHAS COSAS POR LAS QUE VIVIR”—Decía uno de los policías tratando de convencerlo, seguro que mandarían a alguien para hablar con el a la azotea, el había pensado en eso y atranco la puerta para que se tardaran un buen rato
-“¡DETENTE! PIENSA BIEN LAS COSAS, ES LA DESESPERACION… PERO VERAS QUE ENCONTRAMOS OTRA SALIDA”—
El otro chico se paro de pronto… poniéndose a un lado del de cabello negro
No se movía ni un centímetro el pelinegro, miro hacia abajo otra vez, luego hacia delante… y finalmente arriba… al cielo de esa ya tarde…
-“Moriré a la misma hora…otra vez”---Se dijo a si mismo el pelinegro
Luego empezó a susurrar unas palabras…mientras que en la puerta que daba a la azotea se escuchaban golpes.
El otro chico le tomo la mano
-“Déjame caer… y escalar hacia ti, …estoy seguro…ya es el momento… en el que mis sueños y miedos… tienen un mismo rumbo… ya no se quien soy si no existes en mi realidad… el único que podría atraparme. Así que déjame caer… por favor déjame caer… no escuchare sus advertencias… no… ¡no los escuchare!... déjenme caer…déjenme… a un lugar libre…”—El chico detrás suyo se pego mas a el
-“Un lugar donde pueda cantar… sin temer que mi voz se pierda en el recuerdo de ti, espere por tanto este momento de enfrentar mi miedo…cambiar mi miseria… por estar de nuevo… aquí… ahora….”—
El otro chico le tomo fuertemente la mano… y el pelinegro volteo…ahí estaba el…
-“Piensas en verdad… ¿hacer esto?”—Le pregunto el chico al pelinegro
-“Por supuesto… no pienso perderte… ¿lo entiendes? Te entrego lo único valioso en este mundo que me queda… mi vida, mi alma, todo que pueda poseer el que siga respirando… que mas da a donde vaya… sin ti, donde este… es la nada”—Dijo mirando al chico
-“Pero… prefieres esto… a quedarte y seguir… que no era lo que tu…”—
El pelinegro puso sus dedos en los labios de aquel chico –“Se bien… lo que dije…fue un error… yo… tu sabes ahora que yo…”—El chico sonrió…
-“No eres una alucinación…como todos piensan… ¿verdad?”—Pregunto el pelinegro
-“Si te digo que si, no me creerías, mas si te digo que no lo soy… seria que es lo que quieres oír o ¿la realidad?”—Pregunto el chico
-“Yo… estoy seguro de que eres real…tenemos…algo mas allá de la muerte… puedo escucharte…se que estas aquí, no es que este loco... lo se”—Dijo acercándose al chico, y abrazándolo, lo sentía tan…frío
-“Entonces…estaré contigo”—El chico le tomo su mano al pelinegro
-“¿Porque… te has vestido como yo?”—Le pregunto el chico…esa figura, ese chico… el fantasma de Bill, que tenia la ropa que uso el día que se suicido… tenia sangre en esas ropas… y en su cuerpo
El pelinegro a su lado sonrió –“Tenia que verte… tenerte conmigo aunque fuera en mi mismo…y fue difícil… hacer mi imagen tan idéntica a ti…pero así… te tendría en el espejo una vez mas, y besar algo tan frió como tu cadáver…el espejo”—El fantasma de Bill tomo mas fuertemente su mano
-“¿Como es que puedo sentirte Bill?”— Pregunto Tom…ahora vestido e idéntico a Bill cuando estaba vivo
-“No lo se… pero ahora es tiempo de dar el paso… para estar juntos…siempre...como lo prometimos…”— Dijo el fantasma de Bill… --“Y… sabes que te perdono...jamás te odie… te seguí amando cada segundo… hasta el final”—
-“Bill… yo”—
-“Ya no importa Tom… demos el paso”—
La puerta de la azotea por fin fue abierta, pero ese chico dio el paso hacia el vació…cayendo rápidamente a la acera de la ciudad, destruyendo su cuerpo… sus padres se quedaron viendo horrorizados, al igual que sus amigos y las fans…
Andreas se esperaba algo así… luego miro entre la gente… las espaldas de quien... parecían ser las de… ¿¿Tom y Bill?? Se hizo paso entre la gente, mientras que la ambulancia recogía el cuerpo, y si... al fin ya a lo lejos de tanta gente… eran Bill y Tom… tomados de la mano felizmente… pero rodeados de una luz negra, Bill volteo a donde estaba Andreas y de igual forma lo hizo Tom.
-“Ustedes…son solo… ¿mi imaginación?”—Los gemelos se acercaron a él
-“Solo de una forma podemos estar juntos… y es justo allá abajo”—Dijo señalando el piso Bill
-“Entonces…ustedes dos”—Dijo Andreas sin podérselo creer
-“No me importa en donde este…mientras este con él…si tuve que mandar mi alma allá… es un precio bajo por estar con lo único que para mi… importa… además, ambos tal vez... lo merecemos…”—Las dos figuras desaparecieron cuando Georg y Gustav se acercaron a Andreas… que se había quedado en shock.
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